El baile del andaluz Jairo Cabral y el grupo chino Hantang Yuefu Music and Dance Ensemble, creado y dirigido por la taiwanesa Chen Mei-e, fusionan la ópera china y el flamenco puro en la celebración del Año Nuevo chino.
Esta particular fusión de flamenco y opera tradicional china puede verse en la gala especial que con motivo de la llegada del Año del Tigre ha organizado el Ministerio de Cultura chino y la cadena de televisión CCTV.
“El flamenco y la ópera son muy antiguos, uno es fuerza y otra suavidad. De la combinación surge un bello espectáculo”, declaró Jairo Cabral, de 19 años, a Efe, tras mencionar la similitud entre las castañuelas y el instrumento de bambú llamado “cuatro” que se toca en la ópera china.
Para la ópera china, como para el flamenco, no pasa el tiempo, destacó, por su parte, Chen, “y lo importante -dijo a Efe- es aumentar intercambios y cooperación con otras culturas y pasarlos a la próxima generación”.
“Para nosotros es más fácil hacer fusión con Occidente, pues estamos más acostumbrados a contactos externos y con Jairo ha sido muy fácil y armónico”, añadió Chen.
Creadora en 1983 de Hantang Yuefu Music and Dance, un grupo compuesto por 10 jóvenes formadas por ella, 6 como bailarinas y 4 en la interpretación de instrumentos tradicionales, Chen invitó a Jairo, formado en la escuela “Flamenco Puro” de Jerez, a integrarse en su cuadro clásico.
Con traje antiguo de bailaor, el jerezano emocionó ya en los ensayos preparatorios a los que asistieron a la grabación del espectáculo en el teatro pequinés Tianqiao por la cadena de televisión CCTV para su programa estrella de bienvenida del Año del Tigre.
“Ha sido una experiencia muy hermosa. Me identifiqué muy bien con el grupo de ópera china clásica. Me gustaría llevar el espectáculo a Jerez”, dijo Jairo a Efe en uno de los ensayos.
Según Esmeralda, su madre, que le acompañó a China, “Jairo tiene el duende desde pequeño. Vivió siempre en San Miguel, centro en Jerez del flamenco puro. Y además, nuestra casa está frente a la de Lola Flores”, insistió quien también es su representante.
El breve viaje a Pekín le supuso a Jairo una experiencia que calificó de “fantástica”, además de que “uno nunca deja de formarse. Siempre hay alguien más grande que tú que te puede enseñar”, añadió el bailaor tras la grabación del espectáculo.
En su primera actuación en China, antes estuvo en Munich (Alemania) y Burdeos (Francia), la gran sorpresa de Jairo fue encontrar un suelo plastificado en el escenario.
“El flamenco necesita suelo de tablas para arrancar a los tacones el verdadero sonido. Comprendo que en China no se sabe. Los tacones son fuerza, como las castañuelas”, dijo a los organizadores, que tuvieron que grabar separadamente el taconeo sobre madera.
El espectáculo “Fusión creativa con flamenco” surgió de la idea de un grupo de intelectuales chinos, que en colaboración con el ministerio de Cultura de China, desean atraer muestras artísticas del exterior para exhibirlas junto a las tradicionales.
Para Chen, esta primera fusión ópera-flamenco es el inicio de combinar un arte oriental y otro occidental “creando un programa lleno de vitalidad, manteniendo las esencias propias y tal vez base de intercambios futuros”.
Según Chen, “la música del sur” (“nan yin”) u ópera, es la más antigua de China y las danzas son las del Palacio Real de la dinastía Tang, incluidas en la lista de materiales intangibles culturales patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
“La ‘nan yin’ existe en Fujian, Taiwán y el sureste asiático donde llegaron los fujianeses. Hace 400 años, cuando los ‘han’ llegaron a Taiwán, también la llevaron”, afirmó la creadora de Hantang Yuefu Music and Dance Ensemble, que actuó en 1997 en Madrid y otras ciudades españolas.
Coincidencia excepcional
La coincidencia excepcional el 14 de febrero del comienzo del Año Nuevo Tibetano, el Año Nuevo chino y la celebración occidental de San Valentín es destacada por los medios chinos.
Las tres festividades en el mismo día, las dos primeras para celebrar el año nuevo lunar, es una coincidencia muy rara que tiene lugar en general cada 100 años, destacó la cadena de televisión nacional CCTV.
Como muchos grupos minoritarios étnicos, los tibetanos tienen su propio calendario en el que el año 1027 es identificado como el primer año del llamado calendario tibetano y desde el que se inicia.
Dividido en meses pares de 30 días e impares de 29 días, el calendario tibetano regula años de 12 meses y años de 13 meses.
Para celebrar su llegada, los tibetanos celebran numerosas festividades, la más célebre el llamado Festival de Año Nuevo en el que se despide el año que se va y se da la bienvenida al nuevo.
La CCTV recordó que el calendario tibetano cuenta el año combinando los cinco elementos de la cultura china: agua, tierra, fuego, metal, madera y metal con los animales del zodiaco chino: rata, buey, tigre, conejo, serpiente dragón, caballo, oveja, mono, gallo, perro y cerdo.
Las tres festividades en el mismo día, las dos primeras para celebrar el año nuevo lunar, es una coincidencia muy rara que tiene lugar en general cada 100 años, destacó la cadena de televisión nacional CCTV.
Como muchos grupos minoritarios étnicos, los tibetanos tienen su propio calendario en el que el año 1027 es identificado como el primer año del llamado calendario tibetano y desde el que se inicia.
Dividido en meses pares de 30 días e impares de 29 días, el calendario tibetano regula años de 12 meses y años de 13 meses.
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